lunes, 12 de enero de 2009

¡Arriba, hoy es día de cole!

Me levanto con tiempo aunque finalmente no el suficiente, directa a la ducha creyendo que los horarios de la hora caliente eran ciertos, aun llevo el pelo liso y decido acabar con él para dar paso a mis rizos, sorpresa! Cae un hilo del agua de la alcachofa, por llamarlo de alguna manera, es que no sale nada de agua, una cosa es que no haya presión y otra es que salga un hilo tan fino que apenas se ve. Me lavo el cuerpo me hago un recogido en el pelo y chim-chum, a ver si en otra hora sale algo más de agua. Antes de tomar rumbo al metro y luego a la academia he de pasar por recepción a entregar mi contrato, todo en orden. Qué cantidad de gente había en el metro, fue horroroso! Todos al mogollón, arrepretados y casi sin respiración, el simpático chico que tenía enfrente cada vez que pasaba la hoja de su dichoso periódico me lo restregaba por la cara, hasta la séptima parada no se desalojó el vagón y luego llegando a mi destino, apenas unas 6 personas lo ocupábamos, es de locos! Vuelta a la rutina londinenses donde todos miran absortos páginas donde navegan palabras, libros, periódicos, revistas, eso es lo menos importante, es la manera de aislarse de la realidad que están viviendo todos apelotonados y casi sin aliento, parecen los trenes sin retorno de las cámaras de gas, se dejan a un lado las buenas maneras para meter primero la cabeza aunque el cuerpo se les quede fuera.

Una vez fuera de la estación de metro y con mi mapa en la mano comienzo la búsqueda de la academia en un barrio obrero, lleno de gente de oriente, tiendas no muy higiénicas y una zona un tanto degradada y dejada. Comienzo mal yendo hacia la dirección opuesta, cambio de rumbo y no encuentro la escuela, me la paso de largo sin ver el cartel, derruido y pegado al edificio donde debajo hay techos enormes de tiendas, finalmente algo desesperada por la hora que era, retrocedo y la encuentro.

Me presento y lo primero pagar y lo segundo test al canto, de 100 preguntas y alguna iban dentro de textos, casi una hora de examen, además las respuestas iban en unas plantillas como las de la universidad donde tenías que rellenar con tinta un cuadro enorme…

Mi ubicación de la clase en intermedio, me hacen una foto con una cam y me dan un papelito donde pone que mi clase es la 6 y mi teacher Georgia. Entro y no habían sillas libres, la prof me manda salir a coger una, entro y la tía super estirada, cuál es tu nombre, pues encantada. En una clase con 10 personas más y sin saber cómo se llaman, mola! La muchacha es…no sé de donde pero muy guapa, va muy arregladita y tiene así rasgos como indios, pero domina el idioma perfect, es muy sarcástica, corrige a los que hablan de manera un tanto cortante, no deja terminar a los que intentan explicarse con maneras no muy educadas, no saber por donde cogerla.

Las 12 y 20 se termina la clase y todos bla bla bla hasta mañana, see you tomorrow, La tipa me pide mi tarjeta de estudiante, no la tengo, pues la necesitas, pues vale preguntaré en recepción. Todo se van y me parece estupendo, vale, pero y ahora qué hago yo? A qué hora es la otra clase?

Me dirijo a la recepción, pregunto por mi tarjeta y nada de nada, hasta miércoles o jueves no la tienes disponible, pregunto por mi próxima clase y medan un papel, que dice que mi clase es de 12 y 20 a 15 y 30, aula 7, teacher Ayshah. Rumba a la clase de conversación, entra una mujer musulmana con pañuelo en la cabeza, ahm, perfecto, es la profesora. En la clase, un japonés, un tunecino que vive en Alemania, un sirio que vive en Bélgica, (también va conmigo a la clase anterior), un húngaro, un español y yo. La clase mucho más distendida, la profe se le ve una buena persona a leguas, muy atenta y entregada a su trabajo.

En los 5 minutos de descanso, intento ir al baño puesto que estoy con la ja y además me hago pipi, que asquerosidad tan grande, hace muchísimo frio desde que cruzas la cafetería o eso pone en el cartel, porque in situ solo hay una máquina de bebidas junto a unas mesas sucias y desérticas acompañado todo ello con un aroma apisado que te mueres, vamos que se me cortó el chorro, se me fueron de rependte las ganas, ajj!

Hablo con el español, Carlos, profesor de secundaria, de Sevilla, le han dado un permiso para venir 3 meses a estudiar inglés, su tarea pendiente, y ahora lo mejor, agárrense que vienen curvas, la edad, por respeto no se lo he preguntado pero por lo menos 60 sino más! Es como el marido de Mirentxu, es muy majo y muy atento, puedo aprender de él muchas cosas, algún día quedaré con él para tomar un café o visitar algún museo, no lo descarto. El hombre vive en una familia y después de nuestras clases se ha apuntado a otro curso en la academia de al lado, de 4 a 7 de la tarde, inmersión lingüística a topa, casado y con una hija, divorciado y recasado con una mujer con dos hijos y luego una hija propia de dicho matrimonio, una vida interesante.

El caso es que la clase de conversación terminó a las 14:45 y yo pensando ahora otra vez a recepción a preguntar por otra clase, solo para 45 minutos, qué raro! Y el homenet me dijo que tranquila que es que eso era así, que ya no había más clases, a mi me parece estupendo, porque así aun salgo de día de la escuela, pero estoy pagando para llevar ese horario y en mi certificado ha de poner las horas que yo he pagado y ellos no me están dando, para mi beca es un requisito tener mínimo 20 horas a la semana, me pasaré por recepción a consultar…

Tras charlar con Carlos, que me informó de los autobuses que llegaban hasta la parada del metro, no dudé en tomar uno de ellos, llamé a Marina, chica sevillana que llegaba ayer por primera vez a la ciudad. Quedamos en vernos después de yo hacer la compra, a la vuelta en metro desierto, se agradece, la verdad. Subo a coger mi macuto de mochila quechua y rumbo al sainsbury’s, con mi lista y poco a poco voy cogiendo cosis, plato, vasos, cubiertos, pasta, arroz, sal, azúcar, pollo, tomate frito, patatas, sartén, cazo, toalla pequeña, nutella, huevos, de todo un poco… una cajera, china supermaja me tica todo y a llenar la mochila hasta arriba. Como estaba chispeando cogí el autobús que está enfrente del súper y me deja a un par de minutos de la resi, lo coloqué todo y me dirigí ilusionada a quedar con Marina para ver algo de la ciudad. Rechacé un metro porque no estaba segura de que fuese el que yo necesitaba. Esperé 7 minutos al siguiente y me monté, las puertas aun no estaban cerradas cuando mi móvil indicaba haber recibido un sms, porque mi estación es abierta y no bajo el subsuelo, lo leo y lo primero que veo es hoy no quedamos mejor mañana, ale, corriendo me bajo del metro con las puertas a punto de cerrárseme en las narices.

Yo que tanta prisa me había dado en comprar…, ale pues de vuelta a la resi, hartura de ordenador, algo de bajón, sentimientos extraños, nada nunca volverá a ser como el primer viaje donde tan bien congenié con la gente que venía en el mismo plan que yo…es complicado, Álex por ejemplo ahora tiene aquí su vida y lo entiendo perfectamente.

Momentos de soledad en estas cuatro paredes en las que me cuesta respirar.

No hay comentarios: