viernes, 13 de febrero de 2009

Salmon and Compass Bar

Día relajado y divertido en la academia, escuchamos skater boy de Avril Lavigne. Otra vez saliendo a las 12, puesto que volvía a no tener afternoon class. Hubo un malentendido entre el profesor y el de la recepción, no se llamaron a tiempo y el de la recepción llamó a todos los alumnos avisando que no había clase, cuando finalmente mi profe sí que podía ir.

En mi plan, visitar museum of London, al final se unieron Anna, rusa y Alpino, turca…

Primero vimos por fuera claro está, la catedral de St Paul, que ellas no habían visto, 11,5 pounds entrar y verla por dentro, vaya con Dios, como restringe la entrada a su propia casa, la casa del señor a los pobres, ejem ejem.

Luego al museo que nos dirigimos, boring! Pequeño, escaso y cutrecillo, vamos una gran decepción. El resto de la tarde lo pasamos en el Starbucks, buen rato de conversación in English. Quedamos para vernos por la noche e ir al bareto donde tocaba mi teacher en directo.

La turca finalmente se rajó porque estaba con la ja y se encontraba regu. Yo bajé a casa, me duché y cambié y fui corriendo como las locas a mi cita en otro Starbucks con Álex, que estaba muy bien acompañada con dos catalanas, Elena y Ana. Allí eché un ratito hasta que llegó la hora de subir a Angel.

Allí estaban, Anna, rusa, Konstantinos, griego y Candy. Nos tomamos nuestro tiempo para encontrar aquel lugar y luego allí que nos adentramos entre colombianos e ingleses en su inmensa mayoría, fue gracioso escuchar de nuevo canciones como la bomba, el tiburón y azul de Cristian Castro… Echamos unos bailes, algunas fotos y muchas risas.

La gente iba super puesta para demostrar todo lo que habían aprendido en sus clases de bailes de salón, la verdad que estaban hechos unos profesionales, me recordaban a Manolo Moya, cuando intentaba enseñarnos algo de merengue, qué “salaos”!

Mi profesor tardó en llegar y en empezar a tocar, era el típico grupo de peruanísimos que se ponen en verano a tocas con sus flautas y sus movidas, uno tocando la caja, otro algo de percusión y mi prof el acordeón, con sus sombreros puestos, vamos eso es pa’ verlo, la verdad que le cortaron el rollo a las cien personas que estaban bailando tan a gusto allí con la música que estaban pinchando.

Sobre las doce salimos de allí rumbo cada uno a sus casas, menos Candy y yo que fuimos a recoger a su Cherro a Victoria Station, a la parada de autobús equivocada. Al final supo rectificar y llegó el momentazo de la noche, bonito reencuentro en el ya día de san Valentín, qué bonito, qué bonito!

Tras esto, cogimos dos autobuses y rumbo a la resi, a la que también entró Cherro, a ver como sale de aquí! Mañana he quedado con Álex que me va a enseñar su barrio…ahorita a mimir!

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