sábado, 18 de julio de 2009

Vuelvo a las andadas

Trás lacaótica facturación en el aeropuerto con los dichosos 20Kg together, la triste, rápida y fugaz despedida sin mirar atrás y los 45 minutos de retraso del vuelo, me embarco en una nueva aventura.

Viajar al lado de un escocés un tanto drunk que además de lo que llevaba de origen bebió estella y ginebra en avión, no tiene precio. Su máxima fue well, en Edimbra lo único bueno es la ciudad que es muy bonita, la cerveza y los chicos que conozcas por la noche, Menudo planazo! Claro que también cómo se lo iba a tener en cuenta cuando sis hijas vestían camisetas de I Love Benidorm e incluida la madre llevaban enormes sombreros mejicanos sobre sus cabezas.

Aterrizamos y los valientes continuaban en chanclas y tirantes a una temperatura ambiente de 10 grados y con lluvia recién caída, unbelievable!
El vuelo tranquilo y sin problemas, a la salida divisé la venta de tickets y el autobús que me aproximaría a casa. El camino a pié un poco largo porque iba cargada como una borrica, llegué sin demasiados problemas a las casa, solo que con una hora y media de retraso.

En la casa que he cogido para mis dos primeras semanas, vive una madre polaca con su hija un tanto chiflada de unos 10 años. Y en la otra habita una chica pamplonica con beca Leonardo que estará por aquí mínimo 6 meses. Nada más llegar hablamos bastante, parece buena chica. Tras la tertulia a deshacer el equipaje y meterme en mi fría cama.



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